LUNES 14 DE OCTUBRE
PERMÍTETE CONOCER AL SEÑOR
• PROVERBIOS 1:8-33 •
Actualmente, el conocimiento es abundante, pero falta sabiduría, una actitud básica que infl uye en cada aspecto de la vida. El fundamento de la sabiduría es temer a Dios: honrarlo y respetarlo, vivir maravillados por Su poder y obedecer Su Palabra.
Los niños aprenden valores, moral y prioridades al observartodos los días cómo actúan y reaccionan sus padres. Si estos muestran una profunda reverencia y dependencia en Dios, los niños captarán esas actitudes. Permítales que vean su reverencia por Dios. Enséñeles a vivir con rectitud al darle a la adoración un lugar importante en su familia y al leer la Biblia juntos.
Debemos aprender a elegir, no con base en una apariencia deslumbrante o de un placer a corto plazo, sino de acuerdo a los efectos a largo plazo. Evitemos a quienes nos incitan a realizar actividades que sabemos malas. No podemos ser amigos del pecado sin esperar que no se afecte nuestra vida.
No rechace el ofrecimiento de sabiduría que Dios le hace. Insensatos no son los que tienen deficiencias mentales, sino deficiencias del carácter (tales como rebelión, haraganería o ira). El insensato no es demente, sino incapaz de distinguir lo justo de lo injusto, el bien del mal.
Dios desea abrir su corazón y comunicarnos sus pensamientos. Debemos estar dispuestos a escuchar. No podemos permitir que la soberbia obstaculice nuestro camino. La soberbia es pensar que nuestra sabiduría y nuestros deseos son superiores a los de Dios. Si pensamos que sabemos más que Él o sentimos que no necesitamos Su dirección, hemos caído en una soberbia necia y desastrosa.
Ante la disyuntiva de elegir la sabiduría de Dios o persistir en independencia rebelde, muchos deciden seguir solos. Los problemas que tales personas se crean terminarán destruyéndolos.
No pase por alto el consejo de Dios, aun cuando este sea doloroso
para el presente. Le guardará de mayor dolor en el futuro.
MARTES 15 DE OCTUBRE
DIOS JUZGA A LOS QUE
MALTRATAN A SU PUEBLO
• Abdías 1-15 •
«Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque se ha apartado
de mí y no ha cumplido mis palabras”. (V. 11a)
Las primeras impresiones pueden ser engañosas, especialmente cuando la imagen por la apariencia de una persona se contradice con sus cualidades y habilidades. Saúl era la imagen visual ideal de un rey, pero su carácter a menudo era contrario a las órdenes de Dios;
fue líder escogido, pero esto no significaba que fuera capaz de ser rey por sí solo. Cuando obedeció a Dios tuvo grandes éxitos, sus grandes fracasos surgieron al actuar por su propia cuenta. Aprendemos que nuestros puntos fuertes y habilidades nos hacen útiles, pero, es nuestra debilidad la que nos hace utilizables, necesitados de un artesano que controle nuestras vidas.
Dios insiste en que Él es Señor y Amo de nuestras vidas. Al subir a mi cruz diariamente es con una actitud: rendir mi vida a Su soberano gobierno. ¿Qué hacemos con nuestra batalla contra cánceres espirituales y dioses paganos en nuestras vidas?
El Señor nos invita a hacer cambios radicales en nuestras actitudes y comportamientos. Nuestra vieja naturaleza pecaminosa no fue aniquilada cuando nos hicimos cristianos. La carne debe someterse cada vez más en la medida que aprendemos a andar en el Espíritu Santo, pero esto nunca es eliminado hasta que estemos de pie ante el Señor Jesucristo en la gloria. La palabra «carne» representa nuestra naturaleza humana más que la rebeldía contra Dios y la oposición a Él. Nos invita diariamente a matar algún «amalecita» en nuestras vidas. La vieja naturaleza carnal quiere luchar por nuestros derechos y reputación egoístas.
Esto es un recordatorio constante de que no puedo hacer nada en la
carne que complazca al Señor. ¿Está dispuesto diariamente a matar
todo lo que esté en oposición a Cristo en su vida?
MIÉRCOLES 16 DE OCTUBRE
UNA CONSTRUCCIÓN INTERRUMPIDA
• GÉNESIS 11:1-9 •
¿Cómo convivir o trabajar con quien no podemos entender?
Los descendientes de Noé tuvieron la oportunidad de hacer las cosas conforme a la Voluntad de Dios, pero su naturaleza pecaminosa, ansia de poder y fama, y rebeldía, hicieron que una vez más se pusieran de acuerdo para ir en contra del Creador, ya que la construcción de la Torre de Babel tenía como propósito hacerse famosos, llegar a los cielos e independizarse de Dios para hacer su propia voluntad.
Dios nos creó con el propósito de que nos entendiéramos, por eso al principio todo el mundo hablaba el mismo idioma. Así mismo, Él formó las familias, la hermandad, el compañerismo, el trabajo en equipo, para que nos entendamos y se cumpla el plan trazado a pesar de las diferencias (1 Corintios 12).
Cuando en un matrimonio cualquiera de los dos o ambos, empiezan a buscar sus propios intereses, se presentan situaciones de egoísmo, se pretende subyugar o humillar al otro, hay disensión y orgullo. Empiezan a hablar un idioma diferente, se rompe la comunicación que les permitía construir su hogar.
Cuando los hijos empiezan a crecer y dejan de escuchar el consejo de sus padres porque cambian su mentalidad, y a su vez éstos, no buscan la sabiduría del Padre para acercarlos a Él, se acaba la comprensión y hablan otras lenguas, se interrumpe la construcción de familia.
Igual sucede en el trabajo, estudio o cualquier proyecto que queramos emprender, sino hay un mismo lenguaje, intención o motivación, será una construcción interrumpida.
La Palabra dice que el amor no busca lo propio (1 Corintios 13), sin amor es imposible relacionarnos, convivir, trabajar. Debemos poner a Dios antes que a nuestro propio deseo para volver a entendernos con los que decimos amar.
¿Hay una torre de Babel en tu vida?
JUEVES 17 DE OCTUBRE
LA OFRENDA PERFECTA
• LEVÍTICO 4:24-30 •
El lugar para la ofrenda por el pecado era el mismo que para el holocausto. Ambos sacrificios se referían a Cristo y la ofrenda era considerada santa. Con respecto al carácter santo de la ofrenda por el pecado, recordemos que cuando Cristo estaba en la cruz clamó a Dios con las siguientes palabras que, siglos antes, habían sido escritas por el rey David en el Salmo 22:1, “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has desamparado?”.
Cristo fue hecho pecado al cargar con el pecado de todos nosotros. En la cruz, Dios le trató como al propio pecado, aunque Él no cometió pecado alguno, pues era inocente y puro. En consecuencia, Dios se apartó de Él. Y sin embargo, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo. No podemos comprender la magnitud del amor de Dios expresado en la obra de la redención. Se trata indudablemente de un gran misterio. Como Él es santo y nosotros no lo somos, por tal motivo no podemos entender la indescriptible naturaleza, los alcances y la dimensión real de aquel sufrimiento del Hijo de Dios.
Finalmente, de todas las leyes sobre la ofrenda por el pecado, podemos aprender a aborrecer el pecado y a velar para no ser alcanzados, comprendiendo que Cristo es la PERFECTA Y GRAN OFRENDA por el pecado.
Cuando nosotros erramos, con la Biblia en la mano, es debido al efecto del orgullo, la indolencia y la negligencia (Romanos 6:1-2). Necesitamos hacer uso frecuentemente del auto examen, apoyado en un estudio serio de las Escrituras y una oración sincera por la influencia
convincente del Espíritu Santo; esto, para que podamos detectar nuestro pecado, arrepentirnos y recibir el perdón por la sangre de Cristo.
VIERNES 18 DE OCTUBRE
SINO ES POR LA MISERICORDIA
¿DÓNDE ESTARIAMOS?
• DEUTERONOMIO 4:15-40 •
Aquí vamos a ver los resultados de la obediencia y la desobediencia de la nación de Israel. Cap. 4:24-27: Israel es un testimonio al mundo de su desobediencia, hicieron lo que Dios les
prohibió que hicieran. Es la nación escogida por Dios, pero con graves problemas por la desobediencia. Cuando Dios le traiga nuevamente a la tierra, como Él ha predicho, no tendrán las dificultades que tienen hoy. La nación de Israel está aún bajo el juicio de Dios, porque ha vuelto la espalda a Dios. Y el juicio vendrá sobre cualquier nación que rechace a Dios.
En los Vs. 30-31 se hace la primera mención de la gran tribulación que vendrá al fi nal. La frase «en los postreros días» es un término que se refiere al período de la gran tribulación. Ahora, Dios puso una condición: «En aquellos postreros días» es decir, en la gran tribulación, si se vuelven a Dios y son obedientes a Su voz, Él cumplirá el pacto que hizo con sus antepasados y no les abandonará, ni destruirá. ¿Acaso hace Dios esto porque es cruel? No. Dios es misericordioso y es por ese motivo que Israel, ni nosotros hemos sido consumidos. Si usted es salvo, no es porque usted sea bueno y amable. Es por la misericordia de Dios.
Vs. 33-34: Dios hizo todas estas cosas ante la mirada de sus padres. Ahora, Dios no quería que ellos se olvidaran de ello. Dios había sido muy bondadoso para con ellos y quiso que lo recordaran. Dios lo hizo porque les amaba, ésa era la explicación. No había nada bueno en ellos, en cambio, había mucha bondad en Dios.
Dios nos amó y nos salvó por gracia. Tenía que realizarse un sacrificio por nuestros pecados. El amor de Dios envió a Cristo a morir por nosotros y Cristo nos amó lo suficiente como para morir, a fin de que usted y yo, tuviéramos el perdón. «Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, -hizo eso- para que todo aquel - no importa quién sea - todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».
SÁBADO 19 DE OCTUBRE
LA GRANDEZA De Dios
• SALMOS 66 •
Las huellas del Señor pueden detectarse a lo largo de la historia. A veces, su actividad es evidente, como cuando separó las aguas del mar Rojo, pero en otras ocasiones nos resulta imperceptible. Sin embargo, hay bendiciones para quienes desarrollan el discernimiento espiritual para ver lo que Dios está haciendo.
Las ideas preconcebidas acerca de cómo trabaja el Señor pueden impedirnos ver Su obra. Cuando responde nuestras oraciones, nos regocijamos y reconocemos fácilmente su intervención a favor nuestro. Pero, ¿qué pasa cuando no nos da lo que pedimos? Con frecuencia llegamos a la conclusión de que Él no está haciendo nada. El salmista reconoció que el Señor obra de varias maneras, a veces dando una gran liberación y, otras, por medio
de situaciones dolorosas.
Otro problema que impide ver la Mano de Dios en nuestra vida es la falta de atención. Un exigente y agitado estilo de vida clama por nuestro tiempo y concentración, limitando los momentos de quietud en Su presencia. Sin periodos de meditación y oración, nuestro sentido espiritual se embota. Pero, quien lee la Biblia con regularidad aprenderá a reconocer la actividad de Dios en su vida, porque Él actúa siempre de acuerdo con su Palabra.
Los ojos enfocados en el Señor se abren a una nueva perspectiva. Su fe crecerá al comenzar a discernir la actividad de Dios en su vida. El gozo y la emoción de ver su participación en las cosas grandes y pequeñas, le motivará a alabarle y darle gracias, incluso en los momentos difíciles.
Ver la creación, pensar en la gracia de Dios, contemplar Su majestad, disfrutar de Su presencia, recordar Sus misericordias, experimentar salvación, sentirnos protegidos, ser amados, esto y mucho más, son oportunidades de admirar a Dios.
“Aclamad con júbilo a Dios, toda la tierra; cantad la gloria
de su nombre; haced gloriosa su alabanza. Decid a Dios
¡Cuán portentosas son tus obras!”
DOMINGO 20 DE OCTUBRE
UNA CIUDADANIA ETERNA
• JUAN 15: 1-17 •
… os he puesto para que vayáis y llevéis fruto (V. 16b)
Cuando Jesús nos dice que Él es la vid y nosotros sus pámpanos, nos está dando una identidad, un ciudadanía celestial y eterna (Juan 15:19). El recién nacido de un país cualquiera, tiene unos derechos básicos y tanto la nación, como sus padres procuran proveer para él: alimento, vestido, educación y cuidado. Así mismo al permanecer en Cristo, nos hacemos ciudadanos, del cielo y adquirimos unos derechos fundamentales:
AMOR (V. 1-3): Jesús nos revela al Padre como el labrador, aquel que cuida de la vid y de sus pámpanos, que la limpia y la poda para que crezca, madure y dé fruto, pero también, Quien ve al que no da fruto y lo corta. Dixos es amor y en Él lo tenemos todo. Necesitamos ser limpiados continuamente, mediante la lectura y el estudio de la Palabra, porque en nuestro andar diario nos ensuciamos.
UNIDAD (V. 4): Jesús nos dice que, si permanecemos unidos a Él, llevaremos mucho fruto, pues separados de Él nada podemos hacer. Debemos entonces, mantener una actitud de dependencia total de Dios, sabiendo que necesitamos Su protección, provisión, fortaleza y sabiduría.
ESTABILIDAD (V. 5): Separados de Cristo, nada podemos hacer.
Cuando dependemos del Creador, nos mantenemos firmes y nada que nos suceda, podrá separarnos de Él y Su amor. Al contrario, las pruebas nos llevan a arraigarnos a Él (Salmos 16:8). Si soplan vientos, tormentas, pero estamos muy agarrados de nuestra rama, no caeremos, porque Él nos sostiene.
FRUTO (V. 6-17): Dios quiere que demos mucho fruto, lo único que nos pide es que sigamos
sus instrucciones, que seamos obedientes a todo lo que a través de Su Palabra nos enseña.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando (V. 14).
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